Mutar es parte de crecer, de vivir, de formarse mejor persona. Sacar los prejuicios y los malos pensamientos del corazón. Rodearse de personas que siempre estén dispuestas a reír a carcajadas, pero también a llorar y abrazar. Pensar hoy de una manera, mañana de otra. Estar dispuesta a vaciar la cabeza, escuchar al otro y llenarla con nuevos conocimientos, con empatía y sobre todo con amor. Porque la vida es eso: aprender y desaprender, constantemente.