De repente me doy cuenta que el destino me dió un giro y todo lo que planifiqué, ya no existe. Ahora es mejor. ¿Cuántas veces hablé de esto? No lo esperaba, no lo soñaba con el alma. Pero sucedió. Solo queda disfrutar. A un día del resto de mi vida... Gratitud por luchar, avanzar, caerme y levantarme. Por quienes me sostuvieron. Firme en mis ideales y convicciones. A un día... Solo un día. Los giros repentinos suelen marearme pero cuando me quedo quieta y recobro el equilibrio, veo con claridad. Me estabilizo y empiezo a caminar, despacito, con un poco de miedo a tropezar pero avanzando, siempre avanzando.